Le ganó 1-0 en Avellaneda con gol de Spolli, de cabeza, y cortó una racha de 14 partidos sin victorias. El equipo de Merlo se despidió silbado del Cilindro y sigue sin levantar cabeza. La Lepra jugó más de cuarenta minutos con diez por la expulsión de Ansaldi.
Duelo de necesitados en Avellaneda. Racing, que venía de caer estrepitosamente ante River, quería recuperarse y cambiar la imagen frente a sus hinchas. Para eso debía doblegar al Newell's dirigido por Pablo Marini, que llegaba a la cuarta fecha con tres derrotas sobre sus espaldas. "Siempre hay un roto para un descosido", dice el dicho, que en esta ocasión se cumplía a la perfección.
Cuando hubo que jugar, la paridad se apoderó del trámite en El Cilindro y ninguno de los dos le encontraba la vuelta. Dentro de este panorama, La Lepra fue un poco más incisivo y consiguió su premio rápidamente. Minuto veinte. A la salida de un tiro de esquina de Arrieta desde la izquierda, Spolli anticipó a todos y, desde el punto penal, cabeceó a media altura, contra la izquierda de Campagnuolo. El arquero no pudo evitar el 1-0 visitante.
Al ratito, se hizo presente la primera polémica. El paraguayo metió un tiro libre bárbaro y Campagnuolo rozó la pelota, que dio en el travesaño y picó adentro del arco. El asistente no lo vio y todo siguió como si nada. Tras el impacto, Racing salió a buscar el empate como pudo. Aunque no tuvo ideas ni ingenio para lastimar a Villar y compañía. El Piojo conectó un buen pase de Moralez con una volea, pero la pelota se fue por arriba del travesaño.
Y Newell's, que ya apostaba decididamente al contraataque, arañó el segundo por intermedio de Lucero. Llegó el entretiempo y el equipo de Merlo se fue silbado al vestuario.
En la segunda parte, el conjunto rosarino dominó desde el inicio. Racing era una sombra. No se le caía una idea en ofensiva. Campagnuolo evitó el segundo de La Lepra ante un zurdazo de Cardozo. Pero a los cuatro minutos, una mala noticia golpeó a los dirigidos por Marini: Ansaldi recibió la segunda amarilla por una falta sobre Moralez y se fue expulsado.
A partir de ese momento, todo fue ataque desordenado por parte del local y aguante desesperado en el visitante. Cardozo pudo aumentar a través de un tiro libre, primero, y una jugada personal, luego, pero falló en la puntería. La Academia intentó a los tumbos, con más esfuerzo y voluntad que juego, y no tuvo sus frutos.
Así fue que Newell's rompió una racha adversa de 14 partidos consecutivos sin conocer la victoria y profundizó aún más la crisis que atraviesa Racing. Festejo y desahogo del lado de los jugadores leprosos, que les tiraron sus camisetas a los hinchas. Desazón y caras largas en los locales, despedidos con una feroz silbatina del Cilindro.
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