B Nacional: Tigre volvió al triunfo tras siete fechas

Como local, derrotó a San Martín de Tucumán por 2-0, con goles de Lázzaro y Pereyra, para meterse de lleno en la pelea por un lugar en el Reducido. El equipo de Cagna no ganaba desde el 3 de febrero, cuando derrotó a la CAI por 3-0. La visita terminó con diez por la expulsión de Oviedo.
Diego Cagna necesitaba como el agua, un triunfo en la noche de hoy. La campaña de Tigre en el Clausura está dejando mucho que desear y el ánimo de la gente comenzó a inquietar al entrenador. Por eso, ante San Martín de Tucumán, los tres puntos eran algo elemental para el ex jugador de Boca, entre otros. Y los consiguió. Con una ráfaga de contundencia y con un Lucas Wilches iluminado, el Matador derrotó 2-0 al Santo y revivió las chances de meterse en el Reducido por la Promoción.

Tigre fue más en todo el partido. A pesar de que San Martín tuvo un par de chances, con jugadas de muy buena calidad, fue el equipo de Cagna, el encargado de manejar los hilos del encuentro. Generó varias situaciones de gol, que recién en el segundo tiempo pudo concretar. La primera a los 7 minutos, con un muy pase de emboquillada de Wilches, para que Lázzaro la baje dentro del área y defina, solo frente al arquero. Y la segunda, tres minutos más tarde, con un centro, otra vez del habilidoso enganche, que Pereyra cabeceó, en el segundo palo.

Esta vez, la mano del entrenador no falló. Metió a Wilches en el entretiempo y el partido cambió. Los goles llegaron y en el norte del conurbano los ánimos se calmaron. Los tucumanos no se dieron por vencidos y buscaron, pero fueron muy tibios y se volvieron a su provincia con una derrota a cuestas. Encima con un jugador menos, por la expulsión de Lucas Oviedo, a los 25 del segundo tiempo.

Después de siete fechas y dos meses sin conocer el gustito de la victoria (desde el 3 de febrero, 3-0 ante la CAI), Tigre ganó y esta vez gustó. Sin dudas que lo mereció. Será cuestión de que mantenga el nivel, si realmente quiere tener una chance de volver a Primera División. Jugando como hoy, todo es posible.